domingo, 20 de diciembre de 2015

RUTA DE APRENDIZAJE MATEMÁTICAS

La ruta de aprendizaje estará dirigida a la primera unidad del programa de matemática de secundaria, donde el aprendiente plantea y resuelve problemas en base a la realidad, pero con el propósito de no partir solo de la imaginación o a lo que dice un libro de texto sino de vivenciar la realidad de lo que se vive en el contexto y donde no son ajenos.

Competencia



Lanzamiento

La docente orienta la formación del grupo aula como parte del cuerpo de PAZ en Nicaragua formada por equipos de investigadores, censadores, alcaldes y grupos de jóvenes que viven en situaciones económicas precarios y que luchan por no frustrar sus sueños de prepararse como profesionales.


Este grupo de expertos han sido enviados a la ciudad de Cihualcohal donde hay un centro de estudio con jóvenes que tiene posibilidades económicas y que no aprenden a valorar los recursos que se cuentan y en su alrededor hay jóvenes que van a otros centros de estudio públicos con dificultades económicas.



A los miembros del cuerpo de paz se le orienta la siguiente actividad antes de partir a la misión descubrir la moraleja que brinda la siguiente anécdota:


LA PROSPERIDAD: "LA VACA"

Un maestro de sabiduría paseaba por un bosque con su fiel discípulo, cuando vio a lo lejos un sitio de apariencia pobre, y decidió hacer una breve visita al lugar.


Durante la caminata le comentó al aprendiz sobre la importancia de realizar visitas, conocer personas y las oportunidades de aprendizaje que obtenemos de estas experiencias.

Llegando al lugar constató la pobreza del sitio, los habitantes: una pareja y tres hijos, la casa de madera, vestidos con ropas sucias y rasgadas, sin calzado.


Entonces se aproximó al señor, aparentemente el padre de familia y le preguntó:
"En este lugar no existen posibilidades de trabajo ni puntos de comercio tampoco, ¿cómo hacen usted y su familia para sobrevivir aquí?"

El señor calmadamente respondió: "amigo mío, nosotros tenemos una vaquita que nos da varios litros de leche todos los días. Una parte del producto la vendemos o lo cambiamos por otros géneros alimenticios en la ciudad vecina y con la otra parte producimos queso, cuajada, etc., para nuestro consumo y así es como vamos sobreviviendo."

El sabio agradeció la información, contempló el lugar por un momento, luego se despidió y se fue.

En el medio del camino, volteó hacia su fiel discípulo y le ordenó: "Busque la vaquita, llévela al precipicio de allí enfrente y empújela al barranco."

El joven espantado vio al maestro y le cuestionó sobre el hecho de que la vaquita era el medio de subsistencia de aquella familia. Más como percibió el silencio absoluto del maestro, fue a cumplir la orden.

Así que empujó la vaquita por el precipicio y la vio morir. Aquella escena quedó grabada en la memoria de aquel joven durante algunos años.

Un bello día el joven agobiado por la culpa resolvió abandonar todo lo que había aprendido y regresar a aquel lugar y contarle todo a la familia, pedir perdón y ayudarlos. Así lo hizo, y a medida que se aproximaba al lugar veía todo muy bonito, con árboles floridos, todo habitado, con carro en el garaje de tremenda casa y algunos niños jugando en el jardín.

El joven se sintió triste y desesperado imaginando que aquella humilde familia tuviese que vender el terreno para sobrevivir, aceleró el paso y llegando allá, fue recibido por un señor muy simpático. 

El joven preguntó por la familia que vivía allí hacia unos cuatro años, el señor respondió que seguían viviendo allí. Espantado el joven entró corriendo a la casa y confirmó que era la misma familia que visitó hacía algunos años con el maestro.

Elogió el lugar y le preguntó al señor (el dueño de la vaquita): "¿Cómo hizo para mejorar este lugar y cambiar de vida?" 

El señor entusiasmado le respondió: "Nosotros teníamos una vaquita que cayó por el precipicio y murió, de ahí en adelante nos vimos en la necesidad de hacer otras cosas y desarrollar otras habilidades que no sabíamos que teníamos, así alcanzamos el éxito que sus ojos vislumbran ahora."

Muchas veces nos conformamos con tener un sustento seguro, aunque este sea limitado y no nos cauce satisfacción… nos olvidamos que la naturaleza y el cosmos son abundancia para nuestro armónico uso.

Todos tenemos un talento a expresar… y compartir. Si lo encontramos y nos atrevemos a llevarlo a la acción, “Ahí indudablemente encontraremos nuestra prosperidad”.

No debemos restringirnos a una seguridad material limitada, sino alcanzar nuestro destino de prosperidad y armonía que es nuestro derecho por el simple hecho de existir.

Debemos ser valientes, osados, innovadores. Tener confianza en nosotros mismos, en que somos capaces de ser prósperos… “no creas que puedes, sabe que puedes”




































    CONCLUSIONES




Elaborado por: Juana Elena Cerda Torres

















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